La salud no tiene precio. Y por lo tanto, debe tratarse con especial cuidado. Según algunos signos, nosotros mismos podemos evaluar si todo está en orden o si es necesario buscar ayuda de un especialista.
Recuerda cómo te sentiste hace un mes, hace seis meses, hace un año. ¿Ha notado algún cambio: falta de apetito, sueño inquieto, cambios repentinos de peso? ¿Estás caminando fácilmente la distancia familiar? ¿A menudo tienes dolores de cabeza?
Un espejo lo ayudará a evaluar su salud. Mírate de cerca. La cara no debe tener un tinte gris amarillento o estar excesivamente pálida. El blanco de los ojos debe ser blanco. Todos estos cambios indican exceso de trabajo o problemas hepáticos.
La lengua no debe tener placa blanca y llagas.
La piel seca sugerirá que el cuerpo carece de vitaminas A, C y grupo B.
Las piernas no deben hincharse al anochecer y por la mañana: párpados. El edema indica un problema con los riñones y el corazón.
Las uñas y el cabello también pueden decir mucho sobre su salud. Las uñas no deben romperse, exfoliarse. Los extremos opacos y partidos indican una falta de calcio en el cuerpo.
Estas simples observaciones lo ayudarán a mantener su salud bajo control. No olvides tomar vitaminas, comer bien, pasar más tiempo al aire libre, llevar un estilo de vida saludable.
Si nota algún cambio en su condición, consulte a un médico que disipe sus dudas o le recete el tratamiento adecuado. El diagnóstico a tiempo evitará los efectos adversos.
Material preparado por Julia Dekanova.